• El congreso celebrado en Vigo refrendó que el pescado sigue siendo sinónimo de salud para el consumidor, lo que no impide que el incremento del 20% de consumo durante la pandemia si bien no se ha consolidado en la postpandemia.
  • El sector debe potenciar las acciones colectivas y, de la mano de las administraciones, fomentar y, sobre todo, facilitar el consumo de pescado.

Vigo, 27 de mayo de 2022. El pescado es sano y su consumo es clave para una dieta saludable en personas de todas las edades. Tal premisa es compartida por la mayoría de la población, pero no es suficiente para impedir el continuo descenso de la ingesta de productos del mar. Tal es la conclusión principal a la que ha llegado el primer congreso de la Organización Interprofesional Pesquera INTERFISH-ESPAÑA, que se ha desarrollado en Vigo en los últimos días y que ha emplazado ya a sus participantes y a todo el sector a una nueva segunda edición el próximo año. Para cuando llegue esta cita, la industria pesquera debería haber asimilado ya que el paréntesis alcista de la pandemia en cuanto a consumo de pescado se ha desaprovechado, que las acciones colectivas deben potenciarse y que, de la mano de las administraciones, hace falta un esfuerzo especial de divulgación para que al adjetivo de saludable a la dieta rica en pescado se le añadan en el imaginario colectivo otros como sencilla, cercana y económica.

En el congreso quedó reflejada la preocupación “por la otra pandemia con la que convivimos y a la cual no debemos acostumbrarnos: el sobrepeso y a la obesidad de la población española, que es la consecuencia inmediata del abandono de patrones de consumo provenientes de la dieta mediterránea y la dieta atlántica.

Tras la aportación de los ponentes, se constata asimismo una realidad complicada: “Lo saludable no es lo único que impacta en las decisiones de compra y hábitos alimentarios”. De ahí que el sector deba considerar primordial conocer las motivaciones y las necesidades de unos consumidores que viven en una sociedad que dedica cada vez menos tiempo a la compra y a la preparación de los alimentos.

La constatación de esta realidad se da, por ejemplo, en una de las especies de la que es representativa INTERFISH: la Tintorera. EL 50% de los consumidores aseguran conocerla y un 20% manifiesta haberla probado. En la búsqueda de las causas, se desvela la dificultad para adquirir este tipo de pescado, lo que obliga a un esfuerzo imprescindible en la distribución y una mayor presencia en puntos de venta. Que, además, debe ir unido a la oferta de recetas sencillas que allanen el camino del consumidor a la tintorera, y donde este descubra la amplia versatilidad gastronómica de esta especie.

Para que esta labor que el congreso ha considerado imprescindible se realice de la manera más inteligente, se han establecido dos premisas: por un lado, la necesidad de realizar acciones colectivas que maximicen el efecto; y, por otro, el apoyo de todas las administraciones, con especial mención a las comunitarias, para el fomento del consumo de pescado como parte esencial de sus políticas saludables, refrendando sus beneficios, desmitificando falsas informaciones sobre posibles perjuicios – la reciente evidencia científica pone de manifiesto que las bondades del selenio superan con creces los eventuales efectos del mercurio.

CONCLUSIONES DEL I CONGRESO INTERFISH:

•Ha quedado puesto de manifiesto que el consumo de pescado proporciona importantes beneficios para la salud y eso es conocido por el consumidor. El 36% de los consumidores ha sustituido par del consumo de carne por pescado, siendo ese mismo porcentaje el que considera que la proteína del pescado es más saludable. Por tanto, podemos afirmar que los beneficios del consumo de productos pesqueros superan con mucho sus posibles riesgos en contados segmentos poblacionales.

•Se ha podido constatar que los nuevos hábitos adquiridos de comida saludable durante la pandemia, no se han mantenido en el periodo post pandemia.

•El COVID ha llevado a los consumidores a incrementar su consumo de pescado en un 20%, pero, aunque los consumidores son conscientes de la importancia de una dieta sana, lo saludable no es lo único que impacta en sus decisiones de compra y hábitos alimentarios.

•Hay que destacar el menor tiempo que se dedica al cuidado de la alimentación, por lo que se tiende a elegir preparaciones de pescado fáciles de elaborar y que requieren poco tiempo de preparación, que no siempre son todo lo saludables que deberían ser.

•Debemos evitar el uso de suplementos alimenticios y favorecer la ingesta natural de cada alimento.

•El conocimiento de las motivaciones y necesidades de las personas es vital para innovar en los productos pesqueros, y poder fomentar así el consumo de estos alimentos tan saludables.

•El alto consumo de productos de la pesca en España ha sido una componente esencial para fortalecer el perfil nutricional de nuestra dieta.

•En los últimos años, en medio de la crisis económica que se manifiesta a partir del 2007, se inicia una bajada en el consumo que marca un punto de inflexión en un crecimiento del consumo ininterrumpido a lo largo de muchos años

•La crisis actual de consumo presenta componentes estructurales que se mantienen inalterables a lo largo de los años y que se manifiestan durante el ciclo de vida, y componentes que parecen obedecer a los cambios sociales y culturales que se producen en nuestra sociedad, cada vez más abierta y más sometida a transformaciones. El sector pesquero tiene una fortaleza relevante: en él confluye el interés general de la población en procurarse una dieta saludable y el interés legítimo del sector en desarrollar una actividad económica rentable que garantice un abastecimiento al servicio de una mejor alimentación. En consecuencia, el apoyo de las distintas administraciones se presenta como inexcusable.

•Necesidad de potenciar políticas públicas que favorezcan el consumo de pescado: a los consumidores hay que recordarles que el pescado existe y que hay muchos tipos de pescado.

•Para la especie de la que es representativa Interfish, que es el caso de la Tintorera, la mitad de los consumidores nos dicen que conocen esta especie y un 20% que la ha consumido en alguna ocasión. Sólo un 6% nos dice que la ha consumido en los últimos 6 meses. El principal motivo de consumo de este pescado es precisamente porque el consumidor lo considera una opción saludable. Mientras que el principal freno al consumo es la dificultad de encontrarla fácilmente en su pescadería habitual. Es por eso que es importante asegurar una buena distribución del producto y comunicarse de forma adecuada con el consumidor ofreciendo más información sobre este tipo de pescado y ofrecer recetas fáciles y apetecibles para ayudar a fomentar su consumo entre la población.

•Debemos ser conscientes de que convivimos con otra pandemia a la cual no debemos acostumbrarnos. Nos estamos refiriendo al sobrepeso y a la obesidad de la población española, que es la consecuencia inmediata de nuestro abandono de patrones de consumo provenientes de nuestra dieta mediterránea y la dieta atlántica.

•El consumo de pescado, avalado por la evidencia científica, es una clave de la dieta saludable, por ser rico en ácidos grasos omega-3, vitaminas, minerales esenciales y proteína animal de altísima calidad. Los beneficios de su consumo incluyen un riesgo reducido de enfermedades crónicas como las cardiovasculares, mejora de la salud materna durante el embarazo y la lactancia, mejora del desarrollo físico y cognitivo durante la primera infancia y mitigar los riesgos para la salud asociados con la anemia, el retraso del crecimiento y la ceguera infantil.

•La reciente evidencia científica pone de manifiesto que las bondades del selenio superan con creces los eventuales efectos del mercurio.

•El sector pesquero ha vivido dormido en la realización de acciones colectivas. En economías altamente reguladas también se compite colectivamente y entre colectivos.

•Estamos ante consumos de productos pesqueros verdaderamente descompensados, donde el valor 1 lo representa el consumo de población infantil y el valor 4 los representa la población de la tercera edad.

•La comunicación resulta de especial relevancia para la incentivación del consumo. Identifiquemos nuestro DAFO y resolvamos nuestros puntos débiles y hagamos palanca en nuestras fortalezas.

•Además de la reivindicación del apoyo de las políticas públicas, a las que antes nos hemos referido, también se disponen de fondos y herramientas comunitarias que permiten una mayor extensión del conocimiento y la cultura de consumo de nuestras producciones, sin olvidarnos de la excelente función financiera privada que permite acometer inversiones en comunicación sobre proyectos con un alto nivel de sostenibilidad.

•El resumen de todo lo dicho en el día de hoy podría ser el uso de una información veraz y basada en la evidencia científica, el uso de la comunicación natural hacia los actores que intervienen, fundamentalmente hacia el consumidor y la incentivación del consumo de los productos de pesca con un eje único fácil de recordar y generando la confianza del consumidor.